Es el estado de meditación que surge del flujo continuo de concentración. El cuerpo del yogui, su mente, sus sentidos y su ego se integran todos en el objeto de su contemplación, el Espíritu Universal. Por expresarlo muy escueta y comprensiblemente, técnicas encaminadas a la difícil tarea de acostumbrar a la mente a que no se modifique con tanta frecuencia, crear una corriente mental unificada, sin variaciones, que nos conduzca a la verdadera realidad. Existen técnicas de meditación, pero la meditación es un estado.